¿Qué provoca el dolor de huesos y articulaciones?
Muchas personas tienen que convivir con el dolor de huesos y articulaciones. Lo hacen por diversas circunstancias, ya sea por la edad o por el efecto que un trabajo físico tiene en el desgaste de nuestro cuerpo. En algunos casos este dolor es puntual y por lo tanto es corregible si nos ponemos en manos de un equipo médico, pero otras veces el dolor es crónico y debemos evitar que se vaya incrementando con el paso del tiempo.
Entre las enfermedades que causan dolor de huesos y articulaciones, la más habitual es la artrosis que se calcula que afecta aproximadamente entre un 1 y 2 % de la población. Pero este porcentaje aumenta considerablemente en la franja de edad a partir de los 65 años: se estima que entre 2 y 3 de cada diez personas de tercera edad sufren artrosis.
Además, un 90% de las personas sufren dolor de espalda en algún momento de su vida. Esta cifra a primera vista puede sorprendernos. No obstante, debemos ver que este número engloba tanto casos en los que el dolor es crónico como casos en los que el dolor es agudo. En muchas ocasiones este dolor de espalda desaparece con reposo y masajes, y en otras ocasiones es preciso recurrir a medicamentos y un tratamiento mucho más extensivo, en el que la opinión y la prescripción de un médico especialista se hacen imprescindibles para diagnosticar y recetar el mejor tratamiento para el paciente.
Osteoporosis, artrosis o artritis son las enfermedades más comunes
En muchas ocasiones, el dolor de articulaciones y huesos aparece porque el paciente sufre alguna enfermedad como la artrosis, la osteoporosis o la artritis. La artrosis aparece cuando se desgasta el cartílago de los huesos, en especial en zonas como las manos, las rodillas o los pies. Otra enfermedad que causa dolor en las articulaciones es la artritis, en la que se produce inflamación en éstas.
Especialmente grave es la osteoporosis, muy frecuente en personas mayores. Además en el caso de las mujeres es habitual que la padezcan cuando empiezan la fase de menopausia. Según varios estudios médicos, en ocasiones el dolor de huesos y articulaciones es consecuencia de enfermedades que tienen su origen en órganos como el estómago, los riñones, el aparato reproductor, etc…
Por otro lado, también puede ser consecuencia de lesiones en algún músculo o en la columna, fruto de una actividad física extraordinaria que el cuerpo no puede resistir. Con menor frecuencia, el dolor en huesos y articulaciones puede aparecer debido a problemas de tipo alimentario o de alguna patología relacionada con el sistema cardiovascular.
Podemos distinguir entre dos tipos de dolor de articulaciones y huesos, dependiendo del grado de intensidad que se haya producido. Decimos que el dolor de huesos es agudo cuando aparece de manera repentina fruto de un tirón o de un dolor que aparece de la nada. Normalmente sucede cuando realizamos un movimiento brusco. El dolor crónico, por contra, es permanente y su presencia se debe a causas más graves.
Descanso, dieta y ejercicio con supervisión de un médico especialista
Para tratar el dolor de huesos y articulaciones normalmente los doctores recomiendan a los pacientes que descansen y que combinen el reposo con la toma de medicamentos de tipo analgésico. Eso es así tanto en el caso de dolor agudo como en crónico.
Además de los analgésicos, que reducen el dolor, una de alternativas más efectivas son los suplementos de colágeno, que contribuyen a reforzar las articulaciones y a impedir que se acelere el desgaste de las mismas con el uso diario.
Independientemente del tratamiento del dolor de huesos y articulaciones, la prevención es la mejor manera de combatirlo. La primera causa de este tipo de molestias suele ser el sobrepeso. Un exceso de peso hace que los huesos y las articulaciones sufran, ya que tienen que cargar con kilos de más. Una dieta de adelgazamiento suele ser lo más apropiado para hacer frente al sobrepeso que causa el dolor en huesos y articulaciones. Lo que es más importante es que esta dieta la establezca y la supervise un especialista en nutrición.
También es conveniente realizar ejercicio físico, siempre con el asesoramiento de un entrenador o un preparador físico que nos oriente sobre qué tipo de actividad física es la que más nos conviene para mejorar nuestra salud y no empeorarla. Lógicamente, si tenemos dolor en los huesos y en las articulaciones es obvio que tendremos que evitar a toda costa cargar con peso tanto en la espalda como en los brazos.
Prevención y tratamiento efectivo para el dolor de huesos y articulaciones
Y es que el dolor en los huesos y en las articulaciones puede estar causado por diferentes tipos de lesiones, y en ocasiones por más de una a la vez. Los médicos coinciden en señalar que este dolor es multifactorial. Por tanto, es difícil de tratar y como pacientes tenemos que ser conscientes de ello. Según coinciden varios manuales de medicina, detrás del dolor podemos diagnosticar enfermedades como la artritis, el reuma, el lupus, la bursitis, la condromalacia rotuliana o la gota.
En otras ocasiones el dolor en articulaciones y huesos puede deberse también a algún tipo de infección de origen vírico, a lesiones, infecciones y fracturas en huesos y músculos, tendinitis o sobrecarga muscular. No hay que olvidar tampoco que los aspectos psicológicos, como los nervios ocasionados por un exceso de tensión, predisponen al cuerpo humano a sufrir lesiones con mayor grado. Esto es especialmente importante saberlo en el caso de los deportistas y atletas.
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